Cada uno tenía un sitio fijo en el que sentarse. Bueno, la verdad es que eramos nueve amigos viviendo en aquella casa de verano, así que si no poniamos orden en el sofá no sé yo la que se armaría.Yo solia recostarme en su pecho mientras él me rodeaba con el brazo. Ese era mi sitio. Y para mi no podía haber otro mejor. Me encantaba que me acariciara y que me besara cuando menos me lo esperaba y a él que yo le dijera de vez en cuando lo mucho que le queria.
Lo que más me llamaba la atención era que por muy tarde que llegaramos a casa ,siempre habia momento para sentarse allí, todos juntos. Era como un punto de encuentro en el que si no veiamos la tele,hablábamos de cualquier chorrada. Recuerdo como aveces que de lo cansados que estabámos , nos quedábamos dormidos. Y si tenias la mala suerte de que alguno se quedara despierto, lo más probable era que te la jugara con alguna de esas bromas absurdas como la de pintarte la cara, darte un susto y grabarlo en video, o coger la típica pluma y hacerte cosquillas.
Desde mi punto de vista los pequeños detalles son, al final, los que nunca se olvidan.
ResponderEliminarMe gustó tu blog, te sigo ^^
Espero que te pases por los míos: http://espejismosdelpasado.blogspot.com.es/ (es de entradas, historias y demás...)
Y este es de reseñas y lo tengo desde hace poquito :D
http://lecturaspicassa.blogspot.com.es/
Bss ^^